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1er Capítulo Jaime Correas

Jaime fue director general de Escuelas de Mendoza y hoy integra el equipo técnico de educación de la candidata a la presidencia Patricia Bullrich. Pero mejor que nos lo cuente él.

Jaime Correas:

Yo soy Jaime Correa, soy mendocino.

Fui director general de escuelas de la provincia de Mendoza, que es el equivalente al ministro de Educación, durante el gobierno de Alfredo Cornejo del 2015 al 2019. Después he seguido trabajando en temas educativos, pertenezco a la Coalición por la Educación y además me he mantenido estos cuatro años muy activos en Zooms, en reuniones y todo lo que tenga que ver con la educación.

Estoy trabajando en los equipos técnicos de Patricia Bullrich. Soy licenciado y profesor en letras. Alguna vez ejercí la docencia, hace muchísimos años y después, fundamentalmente, mi carrera fue como periodista, ejercí el periodismo hasta hace unos 10 años o 8 años y ya después, bueno, me dediqué a la función pública hasta hoy.

Jaime fue ministro de Educación de una de las principales provincias de la Argentina.

Tenía la formación y tenía la experiencia para hacerlo. Pero nos preguntamos, ¿por qué educación? ¿Es un objetivo suyo ser ministro de Educación? ¿Estaba en sus planes?

 

Jaime Correas: Bueno, yo me dediqué durante muchísimos años, más de 25 al periodismo. Llegué a dirigir durante 13 años el diario UNO de Mendoza. Fui director periodístico. En 2007 gané el premio Konex a la edición periodística.

Es decir, que toda mi carrera la hice ahí. Después salí del diario, me estaba dedicando a otras cosas, siempre en la actividad privada, y en 2015, Alfredo Cornejo, a quien conozco hace muchos años, con quien yo colaboraba de manera oficiosa, digamos, por una cuestión de amistad, lo ayudaba por ahí a ver temas de discurso, o de revisar texto o plataforma, cosas así.

Él pensó, a él se le ocurrió y me convocó. Lo ayudé a armar un encuentro que fue premonitorio en aquel momento, porque después vino en ese momento mucha gente que después colaboró con nosotros, como Gustavo Iaies, como Ana María Borzone, Agustína Blanco, Pedro Luis Varsia.

Bueno, varios estudiosos a nivel nacional que vinieron antes de que Cornejo asumiera. Y después Cornejo me propuso entrar en la Dirección General de Escuelas, la verdad que yo no tenía ni experiencia política ni experiencia de gestión. Siempre he estado cercano al tema de la educación por un tema de afinidad. Estoy casado con una docente de toda la vida. Mi cuñada es docente. O sea, he vivido siempre en un mundo de la educación, digamos, muy, muy cercano.

Y me metí en ese momento y bueno, ya llevo 8 años de una experiencia muy intensa donde creo que ustedes han dado en el clavo de que el tema no es el qué, sino el cómo. Es decir, hay qué, hay a rolete, uno levanta una piedra y salta muchos qué, pero lo complicado es esos qué, llevarlos a la práctica en el cómo. Y ahí es donde creo que, bueno, yo junté cuatro años de experiencia de tener que ejecutar políticas públicas.

Incluso después que salí de la gestión, después vino la pandemia y yo seguí colaborando con la Dirección General de Escuelas. Soy asesor del gobernador de Mendoza, de Rodolfo Suárez, así que seguí muy ligado y sobre todo cuando vino la pandemia, bueno, el gobernador, además de trabajos que hacía para él, me pidió que siguiera muy cerca de la gestión. Así que con José Thomas, que fue quien me sucedió en el cargo y que además mantuvo 90% del equipo, seguí estandomuy cerca. O sea que he estado muy al tanto de lo que iba pasando y mantuve mis relaciones a nivel nacional, digamos, con buena parte de lo que considero que es el grupo pensante de la educación argentina y bueno, contactos con organizaciones como Educar 2050, Argentinos por la Educación, etcétera, que los conozco a todos y con los cuales en la medida en que puedo colaboro. Y creo que esto es un, digamos, lo que parecería un handicap, que es no venir del mundo de la educación.

Yo me sorprendía por todo, o sea, podía creer cosas que pasaban ahí. Y entonces eso me permitió justamente no incurrir. Y esto creo que tiene mucho que ver con el cómo no incurrir en esa vieja frase. Bueno, pero esto siempre se hizo así acá. Y eso es lo que creo que me permitió ser disruptivo en una serie de cosas. Y después, bueno, contar además algo que yo siempre digo con un gobernador que de alguna manera se puso a la cabeza de las cosas que había que hacer. O sea, que una vez definida la agenda de los temas, el tener una base de sustentación política muy ancha, como es la figura de un gobernador que se compromete con el tema, creo que ese es un punto de partido básico para el cómo. Y de hecho, el día que por primera vez Patricia Bullrich me pidió tomar un café para charlar de temas educativos, que fue acá en Mendoza, lo primero que yo le dije es, este tema se hace con un liderazgo en primer lugar de la máxima figura política, si no, no hay ninguna posibilidad de que se van a hacer cosas, se va para adelante, porque es como un gran trasatlántico que marcha la educación, pero no se van a poder cambiar las cosas que funcionan mal, sino hay ese plafón político.

 Jaime hizo y continúa haciendo política pública en materia educativa, pero sí se considera un político, ¿se asume parte de la clase dirigente?

Jaime Correas:  Mira… Yo creo que ese es un punto clave porque estamos en un momento de degradación de la política, de la irrupción, de hasta personajes que denostan la política. Yo me asumí de entrada como un político, entiendo que si estoy en la función pública, aunque la verdad que no vengo de una vida partidaria, es una experiencia política.

A mí me parece que es bastante canalla ese de no estar la política, porque es cierto, la política tiene muchas cosas que a todos los ciudadanos nos molestan, pero creo que sin política no se puede salir de esto, o sea, creo que es como bañar el bebé y para sacar el agua de la bañera, tirar por la ventana el agua con el bebé adentro, o sea, me parece indivisible y creo que la que no se puede hacer desde otro lugar que no sea el estado creo que lo que falla es que a veces el estado es muy débil para encarar esas políticas públicas.

O sea yo no creo en el anarquismo, no creo que lo que haya que hacer sea dinamitar el estado, sino que creo que hay que fortificar el estado y tener un estado que realmente pueda ejecutar las cosas. O sea que en lo personal me asumo absolutamente como político porque creo que es lo que corresponde.

Creo que sería mucho más cómodo decir no, yo no vengo de la política, porque en realidad creo que la anti-política y todo eso. Todo eso me parece una canallada y me parece que se puede hacer la misma crítica que se hace a los políticos, a los empresarios, a los dirigentes gremiales, a los dirigentes religiosos. O sea, creo que se puede hacer en todos los ámbitos de la vida social. Entonces no, no me gusta subirme a esa ola.

 Los ministros de educación de las provincias casi siempre compiten con otros ministros por presupuesto, por probabilidad en la agenda, porque el gobernador les dé lugar. ¿Cómo hacía Jaime para imponer su agenda, para mostrar la relevancia en la educación? ¿La política le traba alguna reforma?

Jaime Correas: Primero, creo que con Cornejo hicimos una dupla muy interesante. En Mendoza la educación se puso en primer plano de la agenda pública. Es uno de los tres o cuatro temas que se discute. El mérito es de Cornejo que en su momento dijo, bueno...nos vamos a ocupar de los temas principales que son de competencia de la provincia. Son seguridad, justicia, educación y salud. Esos son los temas que son provinciales, en los cuales la provincia gestiona.

Entonces, nosotros tuvimos una gestión de muy alto perfil, con cosas que hicieron mucho ruido, con debates legislativos, leyes que se aprobaron por un voto, disturbio frente a la legislatura por esa ley, elevamiento de esos temas por el parte del sindicato a la Corte Suprema planteando la inconstitucionalidad. Sentencias después de tres años de constitucionalidad, 7 a 0 a favor.y así otras cosas o, recientemente, cosas que se iniciaron en mi gestión y se han continuado, como fue el informe que a lo mejor ustedes conocen del Banco Mundial, haciendo un elogio del trabajo hecho a lo largo de los últimos siete años por Mendoza, continuando una política pública que requirió de una serie de pasos. Y ahí entramos directamente en el cómo.

Los que, de alguna manera, están, todo el mundo dice, infraestructura y después bueno hay que contar cómo se hace eso. Y creo que en la provincia de Mendoza algunas cosas pusimos en marcha, creo que siempre quedan cosas por hacer, quedan muchas cosas por hacer, porque la agenda, el deterioro del sistema educativo es tan profundo que por ahí tenés que elegir los temas y empezar a avanzar por eso. Yo creo que nosotros elegimos bien. Cornejo hablaba, tenía un concepto que me pareció muy interesante y muy potente que es la revolución de los sencillos.

Es decir… que vos no podés tener un hospital bueno que funcione bien si los ascensores no funcionan. Y en la provincia de Mendoza los ascensores del hospital central no funcionaban. Hoy se hacen trasplantes renales, pero siguen funcionando los ascensores. En el sistema educativo yo diría que se pueden dar muchos pasos, pero creo que el gran drama y el drama central hoy de la educación argentina es la alfabetización. Obviamente que no es el único tema y no es excluyente, pero...mal se puede avanzar en otros temas si no se va por el tema de la alfabetización. Y ahí, bueno, hay que dar una batalla muy compleja porque hay por lo menos 30 años de una dirección que ha sido catastrófica y las pruebas están en que los chicos no se alfabetizan en la Argentina. Jaime da en el clavo en algo que es fundamental para pensar cómo se hacen los cambios, el valor de la decisión política. En Mendoza hay discusiones profundas y quizá por eso polémicas, cambiaron al modelo de alfabetización inicial o modificaron los incentivos al presentismo docente con el llamado Item Aula  entre otras reformas.

 

 ¿Cómo enfrentó Jaime estas decisiones políticas? ¿Qué rol jugó el conflicto?

Jaime Correas: Los cambios que hay que hacer en la educación argentina son todos con conflicto. Y no tiene que ser el conflicto del autito chocador de ir y dinamitar todo porque todo funciona mal, entonces lo vamos a hacer de otra manera. Es un cambio con conflicto ¿por qué? porque la corporación educativa, ejemplificada muy bien en los sindicatos docentes, va a hacer todo lo posible para frenar cualquier cambio. Y además no acepta y no lo termina de decir y cuando da alguna explicación, la explicación es mentirosa, de que el sistema funciona muy mal, que los chicos no aprenden, es un problema de aprendizaje. No se producen los aprendizajes adecuados, con lo cual hay que acercarnos.

Bueno, la discusión sobre cuáles cambios hay que hacer es muy válida. Vos llegas con tu programa. Nosotros llegamos con un programa que decía, en primer lugar, poner orden en el sistema, poner orden en el sistema tenía que ver entre otras cosas. Terminar con el auto ausentismo docente es que terminar con el auto ausentismo docente soluciona ya el problema educativo. Por supuesto que no. es un escalón en una escalera compleja y que ahora se ven los resultados y ahora voy a llegar al final. Después dijimos, bueno, hay que crear un sistema de información porque la educación se mueve sin información. Esta información tiene que ser en la era de la inteligencia artificial, tiene que ser digital, tiene que ser nominal, es decir, tienen que estar todos los alumnos, todos los docentes, toda la escuela, todos los padres allá adentro.

Fue lo que nosotros hicimos.

Y finalmente empezar con temas pedagógicos, obviamente. Mientras tanto, ojo, estás haciendo temas de infraestructura, estás haciendo modificaciones de los diseños curriculares en primaria, en secundaria, estás atendiendo la educación de adultos, estás atendiendo ESI, estás atendiendo todo. O sea, no estoy siendo excluyente, estoy diciendo que estos temas son columnas principales.

El tener información te permite actuar sobre todo el sistema. La gran experiencia, creo yo, y en esto de alguna manera me considero el que lo puso en marcha, pero después había una gran tarea de la actual gestión, el tema de la alfabetización, hubo que dar una batalla cultural, porque en la Argentina está instalado sordamente, sordamente, se cancela lo otro, pero no se lo termina de decir por razones ideológicas, está cancelada la conciencia fonológica.

Entonces, venir a plantear de que hay que cambiar las perspectivas, de que hay que empezar a hacer otros tipos de cosas, que hay que ejercitar, que hay que corregir, que hay que evaluar, que hay que hacer censos de fluidez lector, de todo, era todo una apuesta que al principio tuvo mucha resistencia. A ver, el sistema educativo es terriblemente conservador, espantosamente conservador. Curiosamente se queja de todo, pero a las gestiones que tienen dificultades por las dificultades que tiene el Estado de llevar masivamente adelante políticas, le achaca que no hay esto, que no hay lo otro, que no hay lo malo. Ahora, cualquier cosa que vos querés hacer se resiste. O sea, que hacer el plan de alfabetización que nosotros hicimos, que en un sistema que estaba tomado por la psicogénesis, como está tomado el 90% del sistema educativo argentino, está rehén de la psicogénesis, que ha fracasado estruendosamente,

Fue muy complejo. Para hacerlo hubo que tener decisión política. ¿Había decisión política? ¿Cuál era la decisión política? Era capacitar, era traerla en su momento como la trajimos Ana María Borzone. Fue comprar el libro. Estos son todos temas de gestión. El primer año compramos el libro y lo tuvimos en agosto. Y fue un fracaso, pero es que era poner en marcha un estado que tampoco funcionaba. Ya el año siguiente fue distinto y hoy ya el libro llega en tiempo y forma. Y el libro era darle ojo, era darle un libro a cada chico de la provincia, no era una prueba piloto a ver qué pasa. En los grandes cambios, como fue el GEM, como fue el Ítem Aula, como fue el programa de alfabetización, son grandes cambios que van a la totalidad del sistema y que por lo tanto producen o grandes efectos o grandes fracasos. En este caso, la verdad es que produjo resultados que se están visualizando. Los temas pedagógicos son resultados lentos, ninguna cosa sucede de un día para otro.

Todo eso requirió, yendo a la pregunta de decisión política. El inicio es tener claridad de lo que se va a hacer y tener la decisión política de hacerlo, porque son todas trabas. Es decir, cuando nosotros empezamos con las capacitaciones, al principio, por ejemplo, detectábamos zonas completas de supervisiones que no avanzaba el programa. Y el programa no avanzaba porque las supervisoras de esa región, que estaban totalmente partidizadas, porque este es otro problema de la educación argentina, grandes sectores totalmente partidizados, no politizados, partidizados, directamente bloqueaban. Y bloquearon, bloquearon, bloquearon, y ahí viene la decisión política de aceptar los conflictos, de administrar el conflicto, de llevarlo adelante. Y digo con orgullo que el año pasado, el año pasado, el anteaño, el 2021, se aprobó una ley provincial de alfabetización con el voto unánime de todos los partidos. O sea que esa partidización se quebró sobre la base de tener convicción en lo que se hacía, de persuadir, de ir, de hablar, de militar, llamémosle, volviendo a la primera pregunta si me asumía como político. Yo hoy milito estos temas y los milito y los digo. sin pelos en la lengua y habló concretamente de la psicogénesis y de la conciencia fonológica porque me parece que lo que le falta a la educación argentina es decirnos las cosas completamente como son. Por ejemplo, si decimos que hay un problema docente, decir que hay un problema docente. Importantes autores en la Argentina no se animan a hablar del problema docente. Cuando llegan a los docentes, como los sindicatos, a cualquiera que...Osea decir que hay un problema docente, que no quiere decir que todos los docentes sean malos ni que todos los docentes sean buenos, sino que tenemos un porcentaje de docentes que pueden cumplir con su función y un porcentaje de docentes deficientemente preparados para cumplir con su función. Algunos directamente imposibilitados cumplirlas, o sea que cobran un salario docente pero no ejercen la función que deberían ejercer.

La única manera.de cambiar eso es asumirlo y decirlo con todas las letras. Y acá hay importantes especialistas y comentaristas que llegan al momento de hablar de los docentes y ahí se plantan. Y cuando uno dice alguna cosa, por supuesto que los sindicatos se piensan, ah, fulano, está contra los docentes. No, mentira, nadie está contra los docentes. Más, yo estoy convencido que no se puede hacer nada en educación si no es con los docentes, el punto de partida. El problema es que lo que se ha excluido acá es a los alumnos.

Tenemos un sistema educativo que hace como que no hubiera alumnos, es decir, el alumno no es el centro, el que tiene que aprender no es el centro. Ahora, una vez que fijamos ese centro, el gran protagonista es el docente. Ahora, si yo no llego a poder, por ejemplo, evaluar qué es lo que pasa con mis docentes y poder actuar y poder desde el Estado mejorar lo que no funciona, es un tema que nunca se va a arreglar. O sea que es muy importante avanzar sobre eso.

 

Pero cómo hacemos que los estudiantes sean los protagonistas de las decisiones de la política educativa? ¿Cómo los ponemos en el centro de toda la educación?

Bueno, vos los haces protagonistas cuando desde incluso los más altos, no de palabra, sino cuando los más altos funcionarios empiezan a trabajar en eso. Yo te voy a dar un ejemplo. Nosotros nos convencimos de que tenía que cumplirse una cantidad de días de clase. Que esto se termina transformando en una cosa abstracta. Porque nadie se... a ver, tener un sistema digital como el que nosotros tenemos nos lleva a saber que aún con un calendario de 180 días hay más de un chico, una cantidad muy grande y hay estudios hechos por Alejandro Ganimian en Mendoza de chicos que tienen 140, 150 días de clase.porque falta el docente, porque se rompió el tanque de agua, porque en un gran porcentaje los padres no los mandan. Pero esto es una realidad, no se tienen que ofender ni los padres, ni las infraestructuras, nada, tenemos que trabajar en la infraestructura, tenemos que trabajar para que los padres manden a los chicos y tenemos que trabajar para bajar el ausentismo docente. Todo eso hay que hacerlo a la vez. Cuando vos empezás a hacer esas cosas, tenés mucha resistencia.

Te voy a dar un ejemplo. En la provincia de Mendoza este año hay municipios donde va a haber 7 elecciones y otros donde va a haber 6. Hasta que nosotros llegamos a la gestión, todos esos lunes no hubiera habido clases y eso pasaba desapercibido. ¿Por qué? Porque había que desinfectar la escuela. Mentira, cuando averiguamos en qué consistía la desinfección, era una limpieza.más profunda con detergente. Entonces dijimos, y comenzamos con cloro. Y entonces dijimos, bueno, pero ¿por qué no contratamos celadores que lo hagan el domingo a la noche y el lunes damos clase? Sacamos el feriado de los días departamentales. Sacamos las jornadas de las escuelas de los días de clase. Sacamos las capacitaciones de día de clase, las pusimos en los sábados y pagas. Todo eso hace que tengas más días de clases.

Entonces, cuando viene el Banco Mundial y evalúa el programa de alfabetización, dice esta gente trabajó sobre que hubiera más tiempo efectivo de clase, tuvo un método, tuvo más tiempo efectivo de clase, pero eso no pasa de casualidad porque todo esto se hizo contra resistencia, el sindicato se opuso a que le pagáramos a los celadores para que fueran el domingo a limpiar la escuela. ¿Por qué? Porque siempre se había hecho de otra manera. Entonces, la batalla es muy grande. Es una batalla. cuerpo a cuerpo, día a día, para ganar tiempo de clase, para ganar tiempo de calidad de clase, para tener la infraestructura en condiciones. Y todo el mundo hace política, ¿verdad? Es politiquería, politiquería barata, de quinta categoría.

Cuando vos tenés que gestionar, como en la provincia de Mendoza, 1500 edificios, 1350 edificios, más precisamente, vos sabés que si en tu casa un día se te rompe el techo y tenés una gotera, el otro día se te rompió el cuero, el otro día no sé qué cosa, se te tapó el baño, etcétera, es 1350 edificios. O sea, es que mantenerlos en hoja es muy complejo.

Entonces todo esto requiere de gestión, gestión, gestión y gestión. Cuando tenés al chico como centro y te empieza a importar que no se corten las clases por la... No es contra el docente para que el docente trabaje seis días más, sino porque considerás y comprobaste empíricamente que si el chico tiene más días de clase, aprende más. Eso es ponerlo en el centro de la política. Cuando vos ves todas las políticas que se hicieron, te das cuenta que indudablemente hoy en la provincia de Mendoza el aprendizaje está en el centro, con equivocaciones, con errores, con fallas, todo lo que quiera, pero el aprendizaje está en el centro.

 

Poner al estudiante en el centro de las decisiones es también una forma de ver el mundo, una ideología. ¿Qué rol juega la ideología en la toma de decisiones? ¿Cuán ideológica debe ser la política educativa?

Jaime Correas: Cuando vos lo postulas, tengas la ideología que tengas. Yo creo...que la gran batalla hoy de la Argentina y desde hace muchos años es el populismo contra el republicanismo. Hay una concepción populista de todo, de la salud, de la educación, de la justicia, de la sexualidad, de todo, y hay una concepción republicana. La concepción republicana quiere que haya información. A ver, ¿es comprensible que el SINIDE se haya empezado a hacer en 2002 y todavía no esté?

Cuando nosotros en la provincia de Mendoza en seis meses pusimos en funcionamiento un sistema no lo quieren hacer y no lo van a hacer. Hoy Perczyk ha anunciado los grandes avances del SINIDE. Es mentira, es mentira. Los grandes avances del SINIDE es que tuviéramos toda la información ahí puesta dentro del sistema, como si gana Patricia Bullrich, con quien yo estoy trabajando, tenemos planificado y tenemos ya todo armado para ponerlo en funcionamiento en tiempo real, se haga la inversión, se empiece a trabajar, obviamente que hay que hablar con las provincias porque las provincias lo tienen que aceptar. Pero ¿por qué una provincia como Córdoba o como Mendoza puede tener un sistema nominal en tiempo real y otras no? ¿Sabes qué significa el tiempo real? Que vos tenés un solo origen de la información, que es la escuela. ¿Por qué si no tenés, cuando tenés seis bases de información?

Empieza que este le tiene que dar la base al otro, que el otro se la tiene que dar al otro, que el otro se la tiene que al otro, con lo cual nunca tenés toda la información disponible. Entonces tener información te compromete porque hoy en la provincia de Mendoza yo te podría decir, Juancito Pérez, cuántos días reales de clase tuvo y cuáles fueron las razones por las cuales no tuvo. De hecho ha venido Alejandro Benimena a estudiarlo y lo estudió en 2019 y ya en 2019 era preocupante el ausentismo de alumnos que vivían.

Entonces esto hay que ponerlo a la luz porque si no nos lo solucionas. Si vos lo pones a la luz sales a hacer una estrategia. Todo esto de alguna manera, fíjate que apunta siempre en la misma dirección y es una cosa ideológica. Cuando vos estás haciendo la gran defensa, a ver, si vos lees el libro de Mariano Narodosky donde habla y te explica cómo mientras el kirchnerismo durante la década ganada hablaba de la gran defensa de la educación pública y resulta que es la única etapa de la educación argentina que ha habido traslado. No del... A ver, lo privado y lo estatal crecen más o menos en paralelo, salvo en esa década, cuando empezó a haber traslado de la educación estatal a la privada.

 La razón es que vos podés postular de palabra lo que se te dé la gana, pero si te negás a la evaluación, ¿por qué se niegan a la evaluación?

Se niega a la evaluación porque la evaluación te muestra que lo que vos estás diciendo de palabra no sucede. Cuando vos evaluas te das cuenta si mejoras o no mejoras. Entonces cuando vos decís que evaluar es estigmatizar y qué se yo, eso es un verso, eso es ideología pura. El no explicitar que estás optimizando la psicogénesis y que estás y yo conseguí por ahí alguna resolución donde prohíben usar la conciencia fonológica.

Es más, a nosotros nos acusaban de perversos porque hacíamos leer a los chicos en voz alta. Cosa que habíamos hecho toda la vida, lo hacían nuestros abuelos hacer leer a alguien en voz alta no es para estigmatizar, todo lo contrario, es para ayudar a que adquiera conciencia fonológica y esté alfabetizado. Entonces, después de todo ese verso ideológico populista de años, años y años, los resultados son pavorosos. Por eso no los quieren evaluar, por eso no los quieren mostrar.

Entonces lo que yo digo es, hagamos un sistema transparente donde todo se vea, donde todo esté con nombre y apellido, dejémonos de trabas de orden ideológico, que este estigmatiza, que el otro no sé qué cosa, que el otro no sé qué cuestión, y veamos los resultados. Los resultados nos van a ver evaluando. Pero vos venís de una gestión que en un determinado momento para que no hubiera inflación cerró el INDEC. Que era no mostrarlo, no que no hubiera inflación. Eso es lo perverso y lo infantil.

Entonces, me parece que esto es lo que hay que cambiar. El republicanismo es lo contrario. El republicanismo es decir, y la democracia republicana, que no es lo mismo que la democracia populista, que lo único que le interesa es la votación y una momentánea mayoría. La democracia republicana lo que busca es un Estado fuerte, instituciones fuertes, e instituciones fuertes hoy son fundamentalmente información. Información pública.

Toda esta información que yo te estoy planteando tiene que ser pública. Un padre tiene que poder saber perfectamente cuántos días tuvo su hijo de clase y cuáles fueron las razones por las cuales tal día no tuvo. Es la única manera de corregirlo. También hay que cuidar mucho y hay que tener algún nivel de prudencia, con los que se pasan de vuelta y quieren utilizar esa información para hacer politiquería, ir contra una gestión y qué sé yo. Si lo que hay que hacer esto es una cosa colaborativa donde todos tenemos algo para poner.

 

Jaime trae al corazón el tema del SINIDE, el sistema integral de información digital educativa creado por el Ministerio de Educación de la Nación, y pone en el centro de la conversación al elefante de la sala, el federalismo educativo. ¿Qué rol tiene el Ministerio de Educación Nacional para impulsar políticas educativas? ¿Qué puede hacer el Ministerio?

Jaime Correas: A ver, ese es el punto de partida. Nosotros tenemos un sistema federal donde cada provincia hace determinadas cosas. Lo que vos sí podés hacer es tener a disposición de las provincias ciertas cosas, por ejemplo, un programa nacional de alfabetización y dar.

Esto ya lo hizo Sarmiento en su momento. Incentivo para que eso sea aplicado. Y vos decís, bueno, mira, vos querés entrar en este programa y con estas características. Esto es todo un tema de incentivo. Acá no hay incentivos para mejorar. Está clarísimo cuáles son las competencias provinciales y cuáles son las competencias nacionales. Pero además yo te voy a agregar una cosa. Hay determinadas provincias que ya han avanzado y requete avanzado.

Es decir, San Luis también ya ha avanzado en este tema y Ana Borzone está trabajando ahí y van a empezar a tener resultados en cualquier momento, te lo aseguro. Ahora, el problema de otros lugares es que no hay ningún incentivo para que lo hagan. Entonces, una cosa que tiene que hacer el Ministerio Nacional es producir ciertas cosas donde por otro lado va a igualar a las provincias que tienen menos recursos. Hay provincias que tienen más recursos y provincias que tienen menos recursos.

Entonces esto va a ser absolutamente igualador, además de que el Ministerio Nacional se tienen que encargar de algunas cosas como por ejemplo, validez nacional de los títulos, ocuparse de revisar la calidad de lo que se enseña, revisar la calidad de los institutos de formación docente, todo una cantidad de cosas que están en una nebulosa, ideología y política. Quiero mucha ideología y mucha política. Quiero una ideología liberal, democrática, republicana con mucha política sobre esto. ¿Y qué digo política? Y proponemos este, este es nuestro programa y vamos a hacer esto, esto y esto y lo vamos a alentar de tal y tal manera. Es la única manera. En el caso de las provincias, a ver, las cosas que nosotros pudimos hacer, y te insisto, se han hecho cosas y quedan muchas por hacer, es gracias a que dio la casualidad que apareció un gobernador que puso en primer plano la educación.

y dio con un equipo que más o menos nos las arreglamos. Y sabéis cuál fue una de las cosas... Yo recién utilicé una palabra para mí central, colaborativo. Nosotros trajimos a Mendoza en estos años, a Inés Aguerrondo, a Guillermina Tiramonti, a Agustina Blanco, a Ana María Borzone, a Gustavo Iaies, a toda la gente que colaboró con nosotros para desarrollar cosas. Entonces, eso la Argentina tiene que hacerlo. Mendoza posiblemente tiene cosas para colaborar con provincias que tienen menos recursos que Mendoza y así sucesivamente.

Es indudable que en Buenos Aires y en Caba hay una cuestión de concentración de universidades. Pero todo eso hay que llevarlo a todos lados. Y con las tecnologías que hay hoy, hay que dejar capacidad instalada en las provincias y capacitar para que en cada lugar se vaya de alguna manera creando una autosuficiencia que a su vez pueda interactuar con las cosas que están en otro lado. Y te vuelvo a insistir, hoy con esta tecnología que estamos utilizando en este momento, con un Zoom, la cantidad de cosas que se pueden hacer son enormes. A ver, yo durante la pandemia he intervenido en Zoom donde estaba Fernando Reimer contando lo que pasaba con la pandemia en todo el mundo.

¿Te das cuenta la formación que es eso? Para una persona que está tratando de entender una problemática global o tratando de entender si tiene que abrir o no tiene que abrir las escuelas.

 

 Cuando hablamos de políticas públicas siempre surge la palabra mágica, consenso. ¿Qué valor tiene para Jaime el consenso? ¿Qué visión tiene de ese consenso en la aplicación de las políticas públicas?

Jaime Correas: Consenso es un concepto de la política que yo creo que es esencial y que hace al diálogo republicano.

Pero hay una idea de Patricia Bullich que a mí me gusta mucho. En la discusión pública, ella utiliza la teoría de los juegos. ¿Y qué es lo que dice? Yo planteo que hay que hacer tal cosa. Y el otro plantea una cosa muy, muy abajo con respecto a eso.

Yo estoy dispuesto a bajar hasta cierto punto en el consenso para consensuar, pero cuando ya bajó demasiado pasa con esas leyes, lo que pasa con esas leyes en la Argentina, que para ponerse de acuerdo se desnaturaliza lo que se quiere hacer. Entonces, si yo quiero bajar el ausentismo docente y he encontrado una herramienta y esa herramienta es razonable, la verdad que las cifras muestran que es más que razonable, pero para que haya consenso.

Ese llamado consenso que llegamos a un punto donde lo desnaturalizamos son esas leyes que se hacen en la Argentina que al final no le terminan sirviendo a nadie y que son propias del populismo. Entonces yo no estoy hablando que haya que hacer una cosa autoritaria y sin consenso, estoy diciendo, si yo te estoy mostrando...

Estoy consiguiendo con esta herramienta el objetivo que nos hemos planteado. No me vengas con idealismo y con politiquería para quedar bien con un individuo, con otro, con una corporación a aguarme tanto la tasa que está llena de café que al final ya no es ni siquiera café con leche, es una cosa aguada. Entonces, eso me parece que es muy importante con respecto a los consensos. Creo que el consenso es fundamentalmente que haya diálogo.

Y yo te diría que hay una cosa muy sorprendente, que es cuando te juntas y realmente dialogas aún con gente que aparentemente estás muy lejana, encontrás consensos y encontrás punto en común. Creo que eso se desvirtúa cuando mete la cola la corporación. Las corporaciones, en general, lo que quieren es llevarte a esa disyuntiva del consenso para dejar todo tal cual está porque están cómodas en eso.

Cuando las cosas funcionan tan mal como en nuestro país, más de una vez, hay que de alguna manera forzar esos consensos para buscar realmente soluciones que sean soluciones y no ese té con leche que te dije recién que termina siendo una cosa aguachenta que no sirve para nada. Patricia Bullrich creo que es la dirigente de política argentina que lo ha ejemplificado mejor. Incluso fue muy malo. muy mal entendida ese slogan que puso ella de que cuando no es todo es nada. ¿Qué es lo que quería decir ella? Que si yo quiero mejorar el ausentismo docente, no puedo hacer una cosa pan y aguada.

Cuando a mí me dicen no, porque el problema es que no controlaban bien los certificados médicos truchos. Mentira. En la Argentina, en todas las provincias argentinas o en casi todas, salvo en Mendoza, el ausentismo docente en escuelas estatales ronda el 20%, mientras en las escuelas privadas es del 5%. La razón es porque en las escuelas estatales para el docente faltador, y hay estudios de esto, de la OEI, por ejemplo, que el ausentismo docente se produce no por quebrar la ley, así por el certificado trucho, sino por aplicar la ley. Un docente faltador en la Argentina falta dentro de la ley 40 o 50 días. Y eso es lo que los Baradel de la vida esconden y llevan a la ley.

Entonces, ¿cuál es el consenso posible con eso? ¿Hay alguna posibilidad de llegar a un punto medio? No, pero con otra gente que sea razonable, sí. que vea realmente cómo funcionan los baicanís.

El Consejo Federal es una gran campana de esto que estamos hablando. Mi experiencia en el Consejo Federal fue muy particular. Yo participé durante cuatro años, realmente fue extraordinario y vimos cosas muy importantes, creo, ahí. ¿Cuál es el problema? yo le veo al consejo federal. Que el consejo federal se llega a un acuerdo, a discusiones como esta vez se llega a ciertos consensos. Por ejemplo, los dos primeros años fueron mucho más ricos que los dos segundos. ¿Por qué? Porque los dos primeros años estábamos más lejos de la elección general. Entonces los dos segundos años hubo provincias que dejaron de ir. Hablando de consensos, ¿qué opina Jaime del rol del Ministerio Nacional para propiciarlos?

 

En los años de Esteban Bullrich se avanzó en la declaración de Purmamarca. una suerte de acuerdo sobre medidas prioritarias en materia educativa. ¿Cómo lo ve Jaime? ¿Qué opinión tiene alrededor de estas medidas?

Jaime Correas: Mira, tengo el orgullo de haberla firmado la declaración de Purmamarca. Ahora, yo creo que esos son grandes hitos. Hacemos esta declaración que queremos ir en aquella dirección, aquello de construir sobre lo construido y agregar una serie de cosas. Ahora, ¿qué vamos a hacer con la alfabetización en la Argentina? ¿Qué vamos a hacer con la formación docente en la Argentina?¿Qué vamos a hacer con la universidad en la Argentina?

Entonces, yo tengo la Constitución, tengo la Declaración de Puma-Marca, tengo las leyes, tengo todo. Pero después tengo que decir cómo voy a llevar adelante eso. Si vos lees nuestra Constitución, la Declaración de Puma-Marca y las leyes argentinas son muy buenas en general. El problema es que la mayoría no se cumple. Entonces, ¿de qué me sirve tener una ley que voy a tener 190 días de clase si después no puedo gestionar? en cada una de las circunscripciones para que haya los 190 días de clase. Reales.

Entonces, el Consejo Federal, que es, insisto, un organismo interesante, hay una gran discusión sobre esto, si es operativo, si funciona. El problema es que el Consejo Federal decide una cosa y después no hay manera de comprobar, y ahí creo que no cumple su función el Ministerio Nacional, no hay una manera de comprobar si eso que se decidió en el Consejo Federal sucede o no sucede.

O sea que el Consejo Federal saca hoy una resolución diciendo que va a haber 190 días de clase. Listo, sale la resolución y después si se cumple o no se cumple, no pasa absolutamente nada. Porque no hay un ida y vuelta y porque no hay un Ministerio Nacional activo que de alguna manera esté sobre las provincias viendo si esas cosas se cumplen.

Entonces, el Consejo Federal lo que te termina dando son herramientas de gestión, cosas, programas, etcétera, pero después no hay un mecanismo de comprobación de que eso se lleva a la práctica. Y ahí ya queda supeditado si una provincia lo hizo o no lo hizo. Yo aspiro a que en un futuro el Ministerio Nacional se proponga quizás esta revolución de lo sencillo, no sea una gran resolución sobre qué vamos a hacer. con la discapacidad en la Argentina, que todo eso tiene que estar, ojo. Si no, que tengamos programas concretos que comprobemos. Que está el programa y que está visto cómo se comprueba después que se programa y cuáles son los resultados. Sobre todo para cambiarlo, o para mantenerlo, o para intensificarlo.

La Argentina está llena de leyes muy buenas que no se cumplen. Pero no se cumplen porque hay falta de gestión.

O sea, más de una vez tenés las herramientas para hacerlo, pero no lo hacés. Y hay otras que la propia ley es la trampa para que esas cosas no sucedan. Acá hay, por ejemplo, de un tema que no es educativo, pero se mejoraron una serie de los códigos procesales para el derecho y se bajó, por ejemplo, la conflictividad laboral a la mitad, la conflictividad jurídica. ¿Eso por qué? Porque se hicieron mecanismos para que eso sucediera. En educación pasa lo mismo.

Si vos haces un programa nacional de alfabetización y simplemente lo dejas ahí, no va a suceder. Tenés que gestionarlo. Y gestionarlo es hablar con las provincias, es explicar por qué hay que hacer eso, es poner incentivos para que eso se haga.

 

 La conversación parece siempre llevarnos a hablar sobre federalismo educativo y sobre el rol del Ministerio de Educación de la Nación. Un ministerio que termina convertido en un proveedor de fondos, que satisface los reclamos de los gobernadores de turno. Una caja para negociar.

Jaime lo cuenta en primera persona.

Jaime Correas: Te voy a dar un ejemplo que lo padecí yo. Nosotros hacemos lo del Item Aula y producimos un enorme, un enorme no malgasto en suplencias. O sea, nosotros bajamos del 20% a un centímetro al 5%. Eso hace que caigan enormemente la cantidad de suplencias. Y eso tuvo un efecto nacional, que es que no tenían que transferir menos FONID. La pregunta es.

Eso que no me transfieren en FONID. ¿No me lo tendrían que dar por otro lado para que yo lo aplique para becas, para libros, para esto?. No, cuando lo fui a pedir, ¿sabés con qué me salieron? Con que se había estallado Santa Cruz y que Alicia Kirchner pedía más fondos para no sé qué cosa. Y yo le digo, pero esto ¿qué quiere decir? Que el que hace mal las cosas administra como sea, hay que ir a asistirlo y el que administra bien, en definitiva se la tiene que apechugar. Y mirá que era una gestión, bueno, la respuesta que recibí, bueno, pero si vos fueras el presidente no querrías que una provincia estalle, no, yo no quiero que ninguna provincia estalle. Lo que quiero que haya un mecanismo es para que mi buena administración me quede a mí y no se la lleva el que hace mal las cosas. Estamos hablando de incentivo. Eso es lo que pasa en un país donde hay una democracia republicana. Lo otro es lo que pasa donde hay un régimen populista.

Y desgraciadamente, a veces, hasta gente que cree en la democracia republicana se deja arrastrar por esos criterios populistas. O sea, que lo que yo hacía, que mi sistema fuera más efectivo, se lo llevaba Alicia Kirchner, que tenía estallado su sistema educativo. ¿No te parece delirante? Esto es un hecho histórico lo que te estoy contando. Lo cuento y lo digo públicamente porque me sucedió. Lo vivido. Hice gestiones para decir, che, mira, les estoy demostrando que antes me mandaban tanto en FONID y ahora me mandan tanto.

Resulta que toda esa plata que yo había hecho que mi sistema fuera más eficiente y más efectivo, eficiente no les va a gustar la palabra porque les va a parecer neoliberal, porque además de populistas son pelotudos. La plata que yo hago que no se malgaste, por eso insisto que ni siquiera es un ahorro, es un malgasto. Porque cuando yo estoy pagando un reemplazo que después empíricamente demostré que era innecesario y que era absolutamente innecesario. Yo les voy a dar la cifra. Acá cayó 40 por ciento la cantidad de días perdidos, no perdidos, pedidos. Quiere decir que si entre los 100 que dábamos clases pedíamos 100 días, pasamos a pedir 60. Eso quiere decir que había mucho macaneo. Porque no hay ninguna posibilidad que caiga de esa manera. Además, lo que nadie ha podido explicar es por qué la actividad es total. El ausentismo docente es del 20% y la privada es del 5%, cuando los docentes son los mismos. Entonces, lo que hay que cambiar, me parece a mí, es explicitar estas cosas y mostrar que no es lo mismo administrar bien. Por ejemplo, siempre hay un debate que se da mucho con el peronismo.

El peronismo siempre insiste mucho en el volumen del gasto. Por ejemplo, el gasto educativo y se no se invirtió 10 millones de pesos en educación. Y yo siempre pongo el mismo ejemplo. Yo había hecho un estudio acá para el Ministerio de Seguridad donde veía que en una gestión con 10 pesos se compraba un móvil y en la otra gestión con 8 pesos se habían comprado 3 y resulta que el que más invierte en seguridad es el que compró un solo móvil con 10.

Con educación pasa lo mismo. que es la famosa calidad del gasto. Que nadie se anime a hablar porque les resulta un concepto neoliberal. Claro, les resulta un concepto neoliberal porque compran un solo móvil con 10. Con esto no estoy proponiendo que invirtamos menos. Estoy diciendo invirtamos todo lo que haya y todo lo que se pueda, incrementemos, pero que eso no nos lleve a descuidar la calidad de ese gasto. El ejemplo que les estoy dando, obviamente que no era con 8 y 10 pesos, pero es un ejemplo real de un estudio que yo hice.

La gestión anterior a la de Cornejo había comprado a valor, porque vamos a leer, 10 pesos, un solo móvil, y en la de Cornejo habían comprado 3,8 pesos. Entonces, ¿quién invirtió más en seguridad? Porque además hay una cosa que hay que tener en cuenta. La plata estatal no es infinita. Esos dos pesos que teóricamente se ahorraron se utilizaron para arreglar una comisaría, o para comprarle balas a la policía o para comprar un chaleco antibalas.

 

Entonces, no es lo mismo gastar bien que gastar mal. En educación es clarísimo. Jaime describe situaciones de tensión, decisiones importantes, discusiones profundas, pero nos queda hablar de crisis. Nos cuenta cuáles fueron sus crisis, cómo las encaró y qué lugar juegan en la toma de decisiones en materia educativa.

Jaime Correas:  Las crisis están dadas porque el día a día de la gestión te puede llevar puesto.

Es decir, yo tuve manifestaciones, cuando hicimos lo del Item Aula por ejemplo, tuve manifestaciones en la puerta de la Casa de Gobierno de varios miles de personas donde venía acá Mendoza Baradel desde Buenos Aires que no tenía competencia, no tenía jurisdicción. O sea, que se estaban dando cuenta los muchachos que acá estaba pasando algo que a ellos les podía traer algún problema.

Eso te crea evidentemente una tensión muy grande. Después a veces que por cuestiones de inexperiencia haces una declaración o alguna cosa que te afecta. Y bueno, eso hay que cambiarlo y hay que llevarlo adelante. Cuando uno tiene un plan más o menos concreto y sabe para dónde va, esas cosas se administran. Yo te diría que bueno, tuvimos mucha fricción con ciertos temas que son estos que te digo que hay que preparar el conflicto. Si querés te doy el de...uno muy concreto, el de Lite Maula. Tuve algún conflicto por ahí también con unas llamadas de escuelas artísticas vocacionales. Que creé cuatro, te aclaro. Y hice cuatro nuevas, pero después trate de ponerlos en evidencia de cómo había algunas que prácticamente no tenían alumnos. Pero bueno, ese tipo de cosas te crean mucho conflicto. ¿Y eso cómo se suple? En el caso de un funcionario, creo que se suple.

A ver, mi celular era público. O sea, yo iba a las escuelas y dejaba mi celular, con lo cual tenían contacto directo hasta el último de los padres, de los celadores, de los docentes, de los directores. Tenía contacto con la máxima autoridad. Te aclaro que es una fuente inacabable de información extraordinaria. Lo aprendí de Esteban Bullrich eso. La primera vez que fue a Mendoza atendió a una gente que estaba manifestando. contra nosotros ahí le dio su teléfono y yo le pregunté Esteban, ¿Vos le diste un teléfono? Y me dice, porque si se quieren comunicar conmigo, soy un servidor público, tienen que tener la posibilidad. Con lo cual de ahí más seguí dando mi teléfono en todos lados y después recorriendo mucho el sistema.

O sea, recorriendo, por ejemplo, para un ministro nacional, es mucho más complicado, recorre provincias. Pero un ministro provincial tiene que recorrer sus escuelas. Yo decía que aprendía yo más de lo que pasaba con el sistema. en una mañana recorriendo escuela que en diez días metido en mi oficina. Con lo cual me la pasaba recorriendo escuelas. Recorrí un porcentaje bastante importante y a lo largo de todo el día. Ir a las nocturnas, ir a las diurnas, ir a las primarias, a las de adulto, a todas las escuelas y conocer qué es lo que pasaba ahí y enfrentar los conflictos cara a cara, digamos. O sea, yo, por ejemplo, tenía conflicto de infraestructura en una escuela y me ha pasado reunirme con la comunidad educativa. siendo ministro en una plaza. Y al día de hoy todavía sigo en contacto con gente de esa escuela porque ellos valoraron cómo gestionamos, hasta trasladamos la escuela, hicimos el arreglo del edificio, que llevó más de un año porque era un arreglo complejo y todo.

Pero no es lo mismo cuando vos asumís la parte de gestión o cuando de alguna manera estás detrás del escritorio. O sea que ahí se juntan esas dos instancias.

 

En educación pasan muchas cosas al mismo tiempo.Todas parecen urgentes, muchas parecen importantes. Pero ¿cómo priorizamos? ¿Cómo impulsar una agenda estratégica entre tanta coyuntura? Jaime, en esto fue muy, muy claro. Crear una épica para poner en primer lugar lo educativo.

Jaime Correas: Eso creo que tiene que ver con la agenda de cada uno y no creo que haya una agenda única.

Yo tengo para mí lo que sería un programa futuro de cosas que habría que... Pero esas son las que me parecen a mí, entendería que otra persona tuviera otro. Pero creo, y esto sí es muy importante, creo que hay que crear una especie de épica, de mística, de poner en primer plano el tema educativo. Desgraciadamente el clima del país es tan negativo, es tan de enojo, que se hace muy difícil.

Porque pasa sin pena ni gloria una cosa que es muy importante y que se rompió el tanque de agua, no sé qué escuela, que insisto, hay que arreglarlo. No se puede esconder, ni se pueden esconder los malos resultados de una evaluación, ni nada. Esto es el mito de Sisi, es la piedra que se cae, hay que volverla a levantar y se vuelve a caer, hay que volverla a levantar y así. Es así. Ahora, ¿cuál es la agenda? Y la agenda es difícil determinar cuál es la agenda. Cada uno puede determinar para mí que hay dos temas centrales en la Argentina que son la alfabetización y la información. Con algunos otros temas muy importantes como es toda la problemática docente que va desde el presentismo hasta la formación, la formación inicial y la formación continua y obviamente de eso ya devienen una cantidad de problemáticas. Además cuando te digo alfabetización estoy en los primeros tres años de vida y garantizar desde el aparato social del país que realmente los chicos lleguen a empezar la salita de cuatro, que haya salita de cuatro para todos, que haya lo más que se pueda de tres y que vaya en crecimiento y de ahí es más. Pero también sé que la llegada a la salita de tres, si no has trabajado antes y ese chico no viene bien alimentado, no viene estimulado, no viene con una cantidad de incentivos que con nuestras problemáticas sociales se hacen muy difícil, ya es un chico que llega en inferioridad de condiciones.

 O sea, que cuando hablo de alfabetización estoy pensando en el Jardín.

 

Jaime nos adelanta una pregunta que íbamos a hacerle. Nos dice que las prioridades para la agenda educativa de la Argentina de los próximos años son información y alfabetización. Ahora, ¿cómo lo logramos? ¿Cómo hacer para que las provincias efectivamente cambien su modelo de alfabetización? ¿Cómo hacer para que las provincias adopten sistemas de información para la toma de decisiones? De eso charlamos.

Bueno, nosotros ese camino ya lo recorrimos, ya lo tenemos preparado y yo tengo muchas expectativas que Patricia sea presidenta por eso, porque van a estar los programas para ser ejecutados. Y ahí se abre, y por eso me parece muy importante que ella sea la que gane, porque por primera vez, juntos por el cambio, es decir, el no-peronismo, va a tener entre 10 y 12 provincias, va a tener mayoría en el Senado, va a tener posibilidades de mayorías en diputados, con lo cual va a haber mucho menos bloqueo, que en otras presidencias no peronistas en Argentina. Por eso es que me parece esencial para llevar adelante estas políticas y hablando exclusivamente de educación, creo que es esencial que gane Patricia porque las cosas que están preparadas para hacerse, qué bueno, es la gente a la cual nosotros creemos, se van a poder hacer porque cuando vos tenés 10, 12 provincias podés producir, creo yo, una adhesión a ciertos programas que requieren. Cuando tenés mayoría en las cámaras podés impulsar legislaciones o podés derogar legislaciones que traben. O sea, que me parece que sería una gran noticia para el país que Patricia fuera presidenta por esto, por esto que te estoy diciendo. O sea, por supuesto que esto es un trabajo titánico

Esta idea del orden que ella plantea es porque para hacer todas estas cosas se necesita mucho orden y para el orden, ¿qué quiere decir? Y en este caso, recorrer provincia por provincia, persuadir, tener preparados todos los programas, tener preparados los financiamientos, tener preparados los materiales ya yendo a la cosa práctica, tener preparados los materiales, informáticas que se necesitan para capacitar, toda una cantidad de cosas que nosotros venimos trabajando hace bastante tiempo y que creo que las tenemos bastante ajustadas y ojalá las podemos llevar a cabo porque no son ideas en abstracto.

O sea, yo creo que si algo le gustó a Patricia de las cosas que desde Mendoza le acercamos y por eso ella ha venido y tiene una gran relación con Cornejo y ha apelado a la charla con nosotros es porque nosotros no hablamos en general tanto de los que, que insisto, los que están ahí, los tenemos todos, sino de la implementación política de los como. Y cuando digo implementación política es porque se necesita tener una cantidad de mecanismos, de política que son justamente lo contrario de la politiquería, que permitan ejecutar cosas. Y para eso hay que tener el financiamiento, la gente capacitada, la gente competente para hacerlo, la estructura política ordenada, hacer ciertas cosas y bueno, todo eso de alguna manera es la apuesta de este intento de llegar a por parte de Patricia a la presidencia de la nación y de los que la acompañamos a poder o ser los que ejecutan o ser los que influyen sobre los que ejecutan con todo esto que venimos hablando.

 

También hablamos de errores. Le preguntamos qué error cometió en la gestión de la cual se arrepiente. ¿Qué no volvería a cometer?

En su respuesta está la esencia de cualquier hacedor de política pública. El error es no haber hecho más. De sano inconformismo y de empatía con el sistema.

Sí, sí. El error es que creo que se podrían haber hecho más cosas. Se podrían haber puesto en marcha otros programas que por suerte los que vinieron después ya empezaron a trabajar más en eso. Como programas en matemática, como programas en ver cómo generalizábamos el inglés, en ver cómo avanzábamos en la generalización. del Internet escolar. Por suerte, hoy la provincia de Mendoza ya está en capacidad porque durante la gestión de Rodolfo Suárez se hizo un gran trabajo sobre eso y ya está en capacidad. Lo va a estar para que este año que viene tener Internet escolar en todas las escuelas. Pero son procesos. Y después la otra cosa que yo aprendí y llegué, digamos, era más joven y más inexperto, es la posibilidad de empatizar más. con el sistema. O sea, yo llegué sorprendido y había ciertas cosas que me llamaban la atención y entonces a veces hay que tratar de ser más comprensivo con lo que está y ver de modificarlo siendo más empático con quien uno tiene que actuar. ¿El sistema empatiza con el ministro de Educación?

El ministro que usted tiene de entrada un hándicap en contra. A ver, yo tengo la ventaja que durante toda mi gestión seguí yo ando mucho por la calle, voy al cine, voy a los cafés, etcétera. Y la verdad que nunca tuve malas experiencias en general de mucho respeto y todo. Y aún hoy, después de la gestión, que siempre el que se va después y cuando está usted, pasa una cosa por ahí, ahora pasa cosas mejores que no la reconocen, no? Pero siempre el que se va tiene como una aureola de que hizo ciertas cosas buenas. Así que bueno, pero todas esas cosas son aprendizajes. También a no tomarse tan a la tremenda ciertas cosas y buscar la manera de que las cosas sucedan.

 

 Ser ministro de educación es una tarea desgastante. Cientos o miles de escuelas, sindicatos, políticas, docentes, intereses, contrapuestos y presupuestos siempre insuficientes. Por eso a nuestros invitados les preguntamos. volverías a ser ministro. Jaime lo tiene clarísimo.

Jaime Correas: Mira, a ver, me lo han preguntado más de una vez. Yo en eso creo que es bueno renovar. A mí me encantó la función pública, por supuesto que lo haría sin ningún problema e intervendría en una gestión como lo que fue la gestión de Alfredo Cornejo, como lo que creo que va a ser la próxima gestión de Alfredo Cornejo.

Y como la que creo que sería la gestión de Patricia Bullrich cuando llegue a la presidencia, la verdad que trabajaría en el puesto que me asignen. Porque entiendo que gente que tiene una gran comprensión, primero tiene esta concepción democrática, republicana que planteo y una fobia importante al populismo, pero fundamentalmente creo que gente que tiene el norte puesto en la realización de cosas. Y eso a mí me entusiasma.

Yo trabajé casi toda mi vida activa y mi vida profesional en la actividad privada y la verdad que me enamoré de la función pública porque... ¿por qué? Porque... y una vez me lo dijo alguien que compartía el gabinete conmigo, me dijo mira, la gracia de estar acá es que vos cuando haces una cosa ves que eso tiene repercusión en una enorme cantidad de gente y esto es muy... la verdad que es impagable.

Es decir, cuando vos podés ir y ver de mejorar una escuela o de poner un sistema o de hacer una cosa como un programa de alfabetización, la verdad que es apasionante. En cambio, cuando trabajas en la actividad privada, de alguna manera, el resultado de eso, ya sea una cosa tuya o si trabajas para un empleador, es como una cosa mucho más acotada y es el beneficio tuyo o de esa persona. En el otro caso, te pagan para que vos hagas cosas que de alguna manera permea de una manera en la sociedad, que es impresionante. El sistema educativo, a pesar de que tenemos todos los problemas que tenemos, que los problemas a resolver son enormes, a mí me apasiona. Incluso algunos amigos me dicen, pero che, ¿cómo te metes ahí? Te putean por esto, te putean por otro. Es lo mínimo eso al lado de la pasión y del placer que te produce meterte. Y creo que eso hay que transmitirlo, porque, insisto, nada de estos cambios que la Argentina tiene que hacer se van a conseguir sin una épica. De hecho, en el programa de alfabetización que tenemos pensado, por ejemplo, hay toda una instancia que tiene que ver con una épica que ojalá lo podamos llevar adelante porque creo que sería muy atractivo para la Argentina.

 

Bautista Fazio: Jaime nos habló de prioridades, conflictos, consensos, federalismo educativo, presupuestos y crisis. Nos empapó de la agenda de un ministro de Educación. De su charla me llevo su compromiso, la importancia de siempre estar. Tener decisión política para que las cosas pasen. Y me sigo llevando la pregunta. ¿Es el estudiante el que está en el centro de las políticas educativas? No sé, deberíamos seguir buscando cómo hacerlo. ¿Vos qué te llevas?

 

Tiziana Tagliapietra: Yo me llevo de Jaime un poco la necesidad de lo que él decía de hacer una revolución de lo sencillo, de priorizar la alfabetización, la terminalidad secundaria, la evaluación, la información para la toma de decisiones, que las escuelas estén siempre abiertas los 190 días y que esos días sean días efectivos de clase y cómo esa agenda de lo sencillo podría ser la agenda de un ministro de Educación Nacional. Pero como charlabamos antes, el tema no es qué hacer, sino cómo hacerlo.

Nos vemos el próximo episodio.

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