Pioneros en el futuro de la educación superior: el papel de los educadores en la integración de la IA
Nicolaas Matthijs aborda los conceptos erróneos sobre la IA en la educación superior y establece siete realidades sobre cómo la IA mejorará la eficiencia y desbloqueará el potencial en el aula.
En 2023, la inteligencia artificial generativa irrumpió en escena, acaparó los titulares y desató una vorágine de opiniones sobrecalentadas sobre cómo revolucionará o causará estragos en todas las industrias. La educación, en particular, estuvo en el centro de atención, ya que la IA y sus aplicaciones se abrieron paso en las conversaciones en las instituciones de todo el mundo y fueron aclamadas como transformadoras o ignoradas como el fin de la educación superior tal como la conocemos.
Con tanto ruido, como instructor, puede resultar difícil discernir qué implicaciones tendrá la IA para su trabajo. Entonces, separemos las exageraciones de la realidad y examinemos qué significa la IA para los profesores de educación superior.
IA en el contexto de la educación
La IA no es nueva. Si bien ha logrado avances significativos en diversas industrias, su impacto en la educación ha sido modesto. Las técnicas tradicionales de IA se basan en grandes cantidades de datos estructurados, algo poco común en la educación.
Sin embargo, la IA generativa está diseñada para datos no estructurados y en lenguaje natural y tiene un inmenso potencial educativo debido a su compatibilidad con el panorama de datos único del sector.
Ahora, examinemos cómo la IA afectará la instrucción en el aula y su potencial para transformar los procesos que respaldan su trabajo como educador.
Realidad 1: Los humanos siempre deben tener el control
Si bien la IA puede mejorar la productividad, es imperativo mantener la participación humana para el contexto de validación y reducir riesgos como las alucinaciones de la IA (cuando los modelos de IA generan información falsa o ilógica pero la presentan como un hecho). Los instructores y diseñadores instruccionales desempeñan un papel irremplazable en el ecosistema educativo. Las instituciones deben ejercer control sobre la integración de la IA, asegurándose de mantener el control del proceso de aprendizaje.
Realidad 2: Los educadores nunca serán reemplazados
A medida que el sector de la educación superior aprovecha el potencial de la IA, es crucial reconocer el papel fundamental de los educadores en este viaje transformador. La IA no está reemplazando a los educadores; se les está empoderando para mejorar la experiencia de aprendizaje.
El verdadero potencial reside en la sinergia entre la inteligencia humana y la artificial. Los educadores deberían ver la IA como una herramienta poderosa para aumentar sus capacidades, no como un sustituto de su experiencia. Por ejemplo, la IA puede ayudar a automatizar las tareas administrativas, permitiendo a los educadores centrarse más en la instrucción y la tutoría personalizadas. También puede servir como una chispa creativa, alentando a los instructores a reimaginar su contenido o encontrar eficiencias en las tareas administrativas.
Realidad 3: La IA puede fomentar la innovación a través de ideas creativas
La IA generativa ofrece una oportunidad única para que los educadores estimulen la creatividad y la innovación. Al incorporar herramientas impulsadas por IA en tareas que requieren lluvia de ideas y generación de ideas, los educadores pueden inspirar a los estudiantes a pensar de manera crítica e imaginativa e inspirarse para crear experiencias de cursos de mayor calidad.
Esto mejora la experiencia de aprendizaje y prepara a los estudiantes para un futuro donde la creatividad sea una habilidad preciada. Los estudios han demostrado mejoras significativas en el rendimiento al aprovechar la IA generativa en tareas que requieren creatividad y generación de ideas, lo que beneficia a todos los niveles de competencia.
Realidad 4: Navegaremos juntos por consideraciones éticas
A medida que la IA se convierte en una parte integral de la educación, es imperativo abordar consideraciones éticas. Los educadores deben participar activamente en conversaciones sobre la privacidad de los datos, la transparencia y el uso responsable de la IA. Al participar en estos debates, los educadores pueden ayudar a dar forma al marco ético que rige la integración de la IA en la educación superior y brindar espacio para que sus estudiantes comprendan estas consideraciones.
Realidad 5: La IA ayudará a mejorar las prácticas de evaluación
Se ha escrito mucho sobre cómo la IA está impulsando el plagio y las trampas y que las soluciones diseñadas para detectar el plagio de la IA sólo están a la altura de la tarea de plantear cuestiones éticas y de precisión. La realidad es que deberíamos repensar cómo evaluamos este nuevo panorama. La IA también puede desbloquear formas de evaluación más auténticas, como estudios de casos y trabajo entre pares, que minimizan la eficacia del plagio de la IA y evalúan mejor a los estudiantes en cuanto a habilidades de pensamiento crítico que serán vitales en su futuro lugar de trabajo.
Realidad 6: Empoderar a los estudiantes con alfabetización digital será fundamental
En un mundo impulsado por la IA, la alfabetización digital es una habilidad fundamental para los estudiantes. Los educadores desempeñan un papel fundamental a la hora de equipar a los estudiantes con el conocimiento y las habilidades de pensamiento crítico para navegar las tecnologías de IA de manera responsable. Al incorporar temas relacionados con la IA en el plan de estudios, los educadores preparan a los estudiantes para un futuro en el que el dominio de la IA sea un activo valioso.
Dado que se espera que los estudiantes aprovechen la IA generativa en la fuerza laboral, las intuiciones de la educación superior son ideales para perfeccionar las habilidades necesarias. Guiados por instructores, los estudiantes pueden estar expuestos a tecnologías de IA generativa, tener la oportunidad de experimentarlas de manera responsable y reflexionar críticamente sobre sus fortalezas y debilidades.
Realidad 7: eres pionero en el futuro de la educación
Finalmente, a medida que la educación superior adopta el poder transformador de la IA, los educadores están a la vanguardia de esta revolución. Al adoptar la IA como una herramienta colaborativa, aprovechar sus capacidades para la generación de ideas creativas y utilizar conocimientos contextuales, los educadores pueden mejorar y acelerar la experiencia de aprendizaje de sus estudiantes.
Los educadores desempeñan un papel crucial a la hora de dar forma a las consideraciones éticas y las habilidades de alfabetización digital necesarias para un futuro en el que la IA se integre perfectamente en la educación. Juntos, los educadores y la IA serán pioneros en una nueva era de aprendizaje. La comunidad de educación superior, incluidos los proveedores de tecnología, debe considerar cuidadosamente dónde y cómo aplicar la IA generativa para resolver problemas reales de alto impacto y al mismo tiempo minimizar el riesgo tanto como sea posible.
Este artículo fue escrito y proporcionado por Nicolaas Matthijs, vicepresidente de gestión de productos de Anthology.